Cada 2 de mayo conmemoramos el Día de las Docentes y los Docentes de la Universidad Tecnológica Nacional, uno de los pilares de la identidad de nuestra casa de estudios, ya que es su trabajo en las aulas y laboratorios lo que distingue y afianza la formación de profesionales altamente capacitados, pero sobre todo, la formación de personas de bien.
Laura Rivara es Ingeniera en Sistemas de Información, graduada de nuestra Facultad, que está vinculada a la docencia en UTN desde hace 30 años. Tiene a su cargo las cátedras de Probabilidad y Estadística (que forma parte de las Materias Básicas), y de Análisis Numérico, de tercer año de Ingeniería en Sistemas de Información. Pero su vida en la Tecnológica comenzó antes: “Yo empecé en la UTN el 26 de enero de 1987. Ingresé como estudiante, hice toda mi carrera y en 1994 me sume a la cátedra de Probabilidad y Estadística como ayudante alumno ad honorem de segunda, porque era alumna todavía”.
“A partir de ese momento hice toda mi carrera, pasé por todos los cargos, fui ayudante de primera, jefa de trabajos prácticos, adjunto, y ahora soy titular, por concurso”, dijo Laura, quien recordó además que fue “la primera mujer que graduó en Ingeniería en Sistemas de Información de UTN San Francisco. Me recibí un martes 13 de febrero, fui la primera mujer en recibirme de esa primera cohorte”.
El desarrollo de su vocación
Al hablar de cómo el camino de su vocación la trajo hasta hoy, con tres décadas de labor docente, ella relató: “Yo quería estudiar Ingeniería Electromecánica, pero cuando le dije a mi mamá que iba a estudiar esa Ingeniería, no les gustó la idea, no sé qué pensaron que iba a hacer y no me dejaron. A mí me gustaba mucho la matemática, pero hice el bachiller docente en la Escuela Normal, entonces era como una mezcla perfecta, porque a mí Sistemas no es lo que más me interesaba, pero sí me gusta mucho la matemática. Con el tiempo empecé una Maestría en Estadística Aplicada que se dicta en la Famaf de la Universidad Nacional de Córdoba, me falta culminar una parte de la tesis, y la parte docente la tenía incorporada por el bachiller que hice en la secundaria, y era algo que me interesaba. Entonces se hizo el combo perfecto para que encontrara un camino fuera del profesional de Sistemas de Información”.
Rivara fue parte del primer grupo de estudiantes de la Ingeniería en Sistemas de Información de nuestra Facultad. Al recordar sus años de estudiante, expresó que los atravesó “con mucho esfuerzo, había mucha carga en matemática y yo venía de estudiar psicología, filosofía. En esa época estaba Liliana Pansa en la Biblioteca de la Facultad, y si bien no había libros específicos de Sistemas de Información había de matemática, entonces me llevaba los libros y estudiaba muchas horas. Fue mucho tiempo de levantarnos temprano, de hasta una incorpora ese objeto de estudio y después es como que me fue más natural”.
El desafío de enseñar matemática
Consultada sobre cómo fue evolucionando la enseñanza de la matemática, Laura comentó: “Yo creo que con el tiempo fue cambiando, porque cuando comencé mi carrera en la docencia había menos información disponible, es decir, estaba en los libros y en lo que te podía decir el docente. Entonces yo en esa época venía mucho a clase, fuera de horario, clases de consulta, y nos sentábamos con los estudiantes a trabajar con esa información”.
“Ahora la información está disponible en todas partes y los estudiantes tienen muchas capacidades, pero quizás les falta eso de sentarse a aprehender, a hacerse del conocimiento. Ahora el desafío creo que es lograr que el estudiante se siente a estudiar, y darle recursos para estudiar. La información está, el rol del docente ahora hasta más en inspirar o en despertar la inquietud de saber temas como análisis matemático, estadística, álgebra. Y los docentes también hemos hecho un recorrido y hemos avanzado. Antes era muy teórico, y le hemos ido encontrando la aplicación de las teorías al mundo real”, agregó.
También resaltó la importancia de mostrar aplicaciones concretas de las teorías, para ayudar a la comprensión de las mismas: “Por ejemplo en Estadística estudiamos el Teorema de Bayes, que lo desarrolló Bayes, un sacerdote, en 1702. Y lo usamos todos los días todos, vos, yo, todos: cuando uno en el whatsapp va a escribir un mensaje y la aplicación te sugiere tres palabras, pero por qué te sugiere esas tres palabras a vos y a mí me sugiere otras tres distintas, se trata de que cada uno de nosotros ‘entrena’ su algoritmo, y la app calcula las probabilidades condicionales según el Teorema de Bayes en función del ‘entrenamiento’ que cada uno hizo del algoritmo”.
“Entonces ese tipo de relación entre el conocimiento duro de la matemática y una aplicación de la vida cotidiana también hace un poco más ameno el estudio de esta ciencia. Y la tecnología, después de la pandemia, ha traído cambios muy significativos en el aprendizaje”, señaló.
“La matemática te abre la mente”
Más adelante expresó: “Creo que los docentes ahora estamos intentando por lo menos encontrar esas aplicaciones, aunque más no sea como inspiración o disparador de una clase, pero sí es importante adecuarnos al uso de las tecnologías nuevas, que hay cosas muy interesantes para hacer, y bajarlo a la realidad. Después hacés la demostración, y toda la cosa dura de la matemática, pero es importante hacer esa relación con el con la vida diaria que está en todos lados. Y no hablo solamente de la matemática en la Universidad. Yo creo que la matemática, el que más la necesita es aquella persona que quizás no tenga las mismas oportunidades que la mayoría. Por ejemplo, una persona que trabaja de albañil necesita la matemática para tirar los hilos de una casa, para calcular el material, alguien que trabaja en casa de familia necesita saber cuánto le van a pagar por hora, o a quien le corresponde hacer una cuenta para ir a un súper, o ayudar a un chico a hacer su tarea escolar, por ejemplo”.
“Decir que alguien que no va a estudiar una carrera superior no necesita matemática, para mí no es así, yo creo que sí, la matemática primero te ayuda a abrir tu mente, a poner en marcha las estructuras lógicas, y es necesaria para quienes van a estudiar por ejemplo una carrera en nuestra Facultad como para aquellas personas que van a desarrollar tareas o trabajos comunes, es necesaria en todos los aspectos de la vida, por ejemplo para saber si un descuento me conviene más, si una promoción me da 3 por 2, pero otra me hace el 70 por ciento en la segunda unidad, o cuanto me cobran una tasa de interés por algo… son cosas de la vida diaria que todos deberíamos razonar, qué es lo que me conviene y tomar decisiones”.
“La UTN es como mi casa”
Consultada sobre qué significa para ella ser docente de UTN, respondió: “En la Facultad tenemos una comunidad muy comprometida. En mi caso, como lo dije una vez, yo me casé de grande, y así como hay personas que vienen con una familia anterior, o con hijos, yo venía con la UTN, ni con hijos ni con otra cosa, yo venía con UTN, para mí es mi casa. Profesores míos, ahora son mis colegas, quienes fueron mis alumnos hoy son colegas, mis ayudantes fueron mis alumnos, conozco a la gente de maestranza desde que se inició, Olguita, Santillán. Todos escuchamos el nombre de Pedro Santillán -uno de los salones del espacio del comedor universitario lleva su nombre-, pero yo lo conocía, a mí me llevaba hasta la Estación de Servicio cuando salía de trabajar, no sé, es un espacio muy significativo en mi vida, muy significativo, siempre he encontrado gente que me ha ayudado en muchas circunstancias de mi vida, no solamente en lo laboral, en lo personal también, yo he hecho muchos amigos, gente que aprecio enormemente acá, y he pasado muchísimo tiempo aquí. Es un espacio que yo lo siento como mi casa, es un lugar que amo profundamente”.
También habló de las satisfacciones que tuvo y tiene como docente, y del trabajo extra académico que desarrolló en estos 30 años de carrera: “Yo, en mi trayecto como docente, he arreglado problemas de novios, problemas familiares, problemas de autoestima, he llevado a mi casa estudiantes los fines de semana a explicarles los temas de la cátedra, y es lindo cuando te das cuenta que entienden, que ponés una linda nota, eso te llena el alma. A mí me gusta venir a las colaciones de grado, porque el logro es de los estudiantes, pero en una partecita yo contribuí como docente. Y después a mí me pasa que me encuentro en la calle un estudiante que me saluda, y me pregunta cómo estoy, si sigo dando clases. Yo le dedico mucho tiempo, entiendo que trabajo con personas y las personas necesitan tiempo, aunque sea para conversar, y siempre podés inspirar, aún sin darte cuenta”.
“Estudiar te cambia la vida”
También remarcó: “Yo estoy segura de que estudiar te cambia la vida, en todos los aspectos. Cualquiera sea el motivo que te trajo hasta acá, vale, y te cambia la vida. Yo vengo de un hogar donde mi mamá cocinaba para afuera y mi papá era un obrero metalúrgico y a mí la Universidad me permitió ver la vida de otra manera, tener otro tipo de vida de la que yo conocía cuando era pequeña, estudiar es muy importante. Y más en una comunidad como la nuestra, que tanto los docentes, el centro de estudiantes, los nodocentes, todos están trabajando en favor de que de que el estudiante prospere en su carrera, que vaya adelante”.
Laura también contó que anhela “que las chicas, las mujeres, se animen a carreras tecnológicas, que se animen a la matemática, a las carreras de la matemática, que son carreras del futuro, muchas de las personas que dirigen empresas son matemáticos por la forma de pensar. Entonces, hay que incentivar a las chicas a estudiar este tipo de carreras, que no son fáciles, pero son sumamente gratificantes, creativas, y son parte del futuro”.
Finalmente, en esta fecha especial para el claustro docente de la Tecnológica, Laura Rivara expresó: “Quiero dejar feliz día del docente tecnológico para todos mis colegas de la UTN, me gustaría dejar un mensaje para todos los que se están iniciando, para todos los que son ayudantes ad honorem de segunda, o ATP de primera, que al principio también es duro, pero que es un trabajo que a la larga tiene un reconocimiento muy valioso, que sigan, que apuesten por la docencia, que es una carrera muy gratificante. Y quiero dejar un agradecimiento a esta casa de estudios, a todos los que hicieron esta casa de estudios, porque yo soy producto de la educación pública, de esta casa, de todas las personas que son, que fueron y que serán parte de ella. Tengo un enorme y profundo agradecimiento a este lugar”.