Hoy, 10 de abril, se conmemora el Día del Investigador y de la Investigadora Científica en la Argentina, en homenaje al nacimiento del Dr. Bernardo Houssay, galardonado en 1947 con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. El rol de la investigación científica constituye uno de los pilares de la Universidad y del desarrollo de un país. En ese contexto, dos investigadores de nuestra Facultad Regional compartieron su experiencia sobre esta actividad, que día a día busca expandir la frontera del conocimiento: el Dr. Diego Ferreyra, docente investigador y Secretario de Ciencia y Tecnología de nuestra casa de altos estudios, y la Dra. Alfonsina Andreatta, docente investigadora de UTN San Francisco e investigadora de Conicet.
El Dr. Ferreyra se refirió en primer lugar a la tarea de investigar en el ámbito universitario, y explicó: “En cualquier disciplina, la clave para la investigación es que primero uno se haya adentrado mucho en la disciplina, lo más posible, que haya podido leer, estudiar, compartir, publicar material para que a veces los colegas lo vayan evaluando. Este es el camino típico que se hace en las carreras de posgrado, en una maestría o en un doctorado. Se requiere una gran gimnasia de recopilar información, aprender a procesarla, clasificarla y priorizarla para después, cuando el día a día sea generar conocimiento a partir de toda la información disponible, poder generar conclusiones de utilidad en una rama, en una disciplina, como en la ingeniería, que tengan de utilidad para el medio”.
“La investigación puede tener una orientación un poco más básica, no en el sentido de menor o inferior, sino por hablar de las ciencias básicas que van a los principios más amplios y fundamentales de la ciencia que soportan a la ingeniería. Y está la otra rama, la de la investigación aplicada, que tiene más que ver con el perfil nuestro como UTN”, destacó el Secretario de Ciencia y Tecnología.
Y agregó: “La gran mayoría de nuestros proyectos de investigación los inscribimos en el estilo de investigación aplicada en ingeniería, porque uno trata de obtener resultados que tal vez no van a profundizar en los principios físicos o químicos básicos o generales, sino que tratamos de que la gran mayoría tengan aplicación en la industria regional, local o nacional, o que estemos en sintonía con lo que está pasando en el mundo en determinado desarrollo. Hablamos de materiales en el área de Química, en algunos aspectos de comunicación en el área de Electrónica, en algunos aspectos de energías renovables, entre otros temas”.
Investigar para crear conocimiento
“Lo de generar conocimiento, o sea, crear conocimiento, a veces es tan simple como tomar una tecnología o una técnica ya existente, e implementarla en nuestro contexto”, aclaró Ferreyra, graduado en Ingeniería Electromecánica en UTN San Francisco. Luego explicó: “Puede haber cuestiones que, en otros perfiles de industrias, por ejemplo, funcionen cosas, y que nosotros traigamos o propongamos a industrias de nuestro Parque Industrial y sea distinto el contexto y haya que hacer ajustes. Hay grupos de nuestra Facultad que están trabajando incluso en condiciones laborales en empresas de la región que son muy personalizadas, y eso es hacer ciencia aplicada a la ingeniería en la calle, en la industria. Eso es a lo que uno aspira, en la medida en que tengamos recursos humanos”.
“Requiere un determinado recurso económico también, equipamiento y demás, pero coincidimos en las Facultades de UTN e inclusive con otras universidades, que el recurso más importante sigue siendo el humano, porque es el que se tiene que formar gradualmente y construyendo y ganando experiencia. El recurso económico siempre es una necesidad, depende de los objetivos, pero sin los recursos humanos no los podemos poner en movimiento”, puntualizó.
“Uno podría decir que el trabajo del investigador es tratar de contribuir a que realmente nos podamos referenciar a información un poco más verificada”, dijo, y añadió: “El trabajo cotidiano del investigador es elaborar todo el tiempo artículos, comunicaciones, presentaciones a congresos para que durante el año uno tenga un trajín de encontrarse con colegas de otras facultades, de otras universidades, aunque sea en medios virtuales, para exponer el trabajo propio y ver trabajos ajenos, porque eso es lo que nos mantiene motivados, nos mantiene interpelados todo el tiempo”.
“Esa es parte de la actividad cotidiana del investigador, que es la manera natural que tenemos de luego generar conocimiento, lo cual parece algo muy raro pero en la práctica es algo tan tangible y concreto como generar un escrito, una nota, o un artículo un poco más extenso que quede disponible. Según nuestro perfil, tratamos de que el material que generamos quede disponible vía Internet en repositorios abiertos, esa la tendencia. No siempre es así, porque a veces la tarea del investigador, si uno tiene la buena fortuna de que se hace vinculación con las industrias, puede ocurrir que surjan muchos aspectos confidenciales, entonces a veces no podemos divulgar todo lo que trabajamos. De todos modos, la transferencia que uno le haga una industria desde un equipo de trabajo de investigación universitario nos hace crecer puertas adentro, siempre ganamos con esa interacción, y esa es la intención en la práctica”, señaló Ferreyra.
Uno los pilares de la Universidad
“En la Universidad, la investigación es uno de los tres pilares, de las tres dimensiones más importantes: una es la académica, la que hace al aula y laboratorios en el cursado tradicional de carreras; el extensionismo que son todas las acciones que hace la Universidad hacia afuera, hacia el medio; y tenemos la investigación, que también le llamamos I+D por investigación y desarrollo, últimamente se le agrega la i en minúscula por innovación, I+D+i. La clave en las universidades es que, según nuestra Ley de Educación Superior que sigue los lineamientos típicos internacionales, las universidades estamos obligadas a investigar para llamarnos universidades. Es lo que diferencia a nuestras carreras de las carreras de nivel superior que son superiores pero no universitarias, habitualmente llamadas de nivel terciario. Porque la investigación proporciona al trabajo de la universidad que parte de sus docentes sean autores o partícipes del proceso de investigación. Entonces el docente, en el aula misma, está hablando en primera persona de un trabajo que él mismo hace en el espacio de investigación. Eso es un valor agregado que, en cualquier otro ámbito educativo, cualquier otro nivel educativo, es circunstancial, pero en la universidad es obligatorio que esté pasando”.
En relación con el impulso a la actividad de investigación, Ferreyra expresó: “En la misma vocación científico-tecnológica, la opción de los estudiantes por carreras de este perfil es algo que se viene incentivando, aunque es muy laborioso lograr que los estudiantes opten por estos perfiles. Algo similar sucede con los graduados tecnológicos. El graduado de UTN está orientado a ejercer su profesión en la industria, pero el sistema de investigación y los grupos de investigación dentro de la Facultad se van a nutrir en la medida en que algunos graduados y graduadas retornen y se queden dentro del ámbito de investigación. La forma más genuina y duradera de que retornen y se queden es que hagan un posgrado específico de corte académico para que se puedan insertar realmente en la estructura de la Facultad. También hay un montón de alternativas para ingresar a la tarde de investigación, desde estudiantes, graduados recientes, docentes en cualquier estadio, pueden ingresar a través de becas, y acercarse de muchas maneras. Eso nos van realimentando y sosteniendo los grupos de investigación”.
“Nosotros hemos tenido un crecimiento bastante grande en la proporción de docentes que investigan, en cantidad de investigadores, cantidad de proyectos y demás, tal vez tendríamos que crecer un poco más en algunas líneas”, dijo Ferreyra, y remarcó: “Es clave la investigación para que luego el extensionismo tenga un contenido más sólido. De lo contrario, el extensionismo se limitaría a lo que pasa en las aulas, y te podrías encontrar con alguien que investiga o no; en cambio, si para la Extensión se recurre a los grupos de investigación, se encuentran justamente personas formadas que están trabajando el 100 % del tiempo en investigación en un tema, entonces se puede ofrecer al medio un respuesta de una manera más fundada”.
“En cuanto al país, la investigación es neurálgica, es estratégica para resultar como país una contraparte interesante en el intercambio de conocimiento”, señaló.
El Dr. Diego Ferreyra y la Dra. Alfonsina Andreatta, docentes investigadores de UTN San Francisco
La mirada de la Dra. Andreatta
Alfonsina Andreatta es Ingeniera Química graduada de UTN San Francisco, Doctora en Ingeniería Química, egresada de la Universidad Nacional del Sur, Docente titular, dedicación exclusiva, investigadora de UTN categoría A, e investigadora de Conicet, categoría Independiente.
Al referirse a la actividad de la investigación, explicó: “Es una ciencia que sí o sí tiene que estar en todas las universidades. No es algo que se acaba, porque siempre hay algo por hacer ciencia, por hacer investigación, entonces es una necesidad en toda Universidad de que exista la investigación, que atienda las problemáticas de la sociedad o de algún interés en particular, pero siempre tiene que existir”.
“En cuanto a la Universidad Tecnológica Nacional, es una actividad que está bien desarrollada, ha tomado mucho empuje, recordemos que la UTN ha tenido siempre la identidad tecnológica, se ha abocado siempre a estudiar o trabajar sobre la parte más industrial, pero ha reconocido la necesidad también de abocarse a la parte de investigación, y está avanzando a pasos agigantados en investigación, al punto que estamos en equiparación con otras universidades que tienen más trayectoria en investigación que nosotros, así que en eso podemos decir que nuestra Facultad y la UTN en general vienen dando pasos muy grandes en el tema de investigación, siempre está en continuo progreso, mirando y tratando de solucionar todos los casos posibles, buscando dar soluciones”, expresó.
La tarea de investigar
Al ser consultada sobre el trabajo de una persona que se dedica a la investigación en la Universidad, Andreatta indicó: “Una de las tareas es tratar de encontrar una problemática que está necesitando ser resuelta. Entonces una vez que se encuentra esa problemática, se trata de buscar un equipo de trabajo para darle solución a eso. Ese equipo de trabajo puede ser puntual de la tarea específica, o ahora está tomando más interés el hecho de que sea interdisciplinario. Entonces primero se ubica el problema, se da formación a quien lo puede llegar a resolver, se define cómo, con qué herramientas, y se comienza a trabajar. Se formula la hipótesis, se empieza a desarrollar el procedimiento y aparecen los resultados, que son volcados frente a alguien que necesitaba resolver ese problema, o son volcados en publicaciones, en revistas internacionales o nacionales para que el resto de la población esté al tanto de esa solución del problema y lo pueda conocer”.
“También está el tema de que se pueden hacer patentes, esa es otra de las alternativas para dar a conocer lo que uno resolvió sobre esa necesidad. Otra de las cosas que hacemos los investigadores es formar recursos humanos que forman los equipos de trabajo. Cuando alguien comienza, posee pocos conocimientos en investigación, y uno lo va formando de modo tal que, con el avance de los años esa persona adquiera los conocimientos o las actitudes que tengo yo, por ejemplo. Hacemos esa formación de recursos humanos, a la vez que hacemos docencia universitaria, y docencia de posgrado”, explicó la investigadora.
Investigar requiere tiempo y dedicación
En relación a la vocación que requiere llevar adelante esta actividad, la Dra. Andreatta indicó: “A mí siempre me gustó leer, estar con los libros, y ahora los libros los tenés en Internet, entonces esa sensación de tener ganas de leer tiene que estar porque hay muchas cosas hechas, uno tiene que tener esas ganas de leer, de buscar y de interiorizarse porque de eso se trata la investigación también, no de quedarse con lo que uno tiene al costado sino buscar, y si uno no tiene esas ganas no va a avanzar, puede hacer la experiencia de ir a un grupo de investigación y completar el valor en el cuaderno, pero si deja el valor ahí, y no se interioriza, no compara sus resultados, y se queda quieto con el valor ahí, podemos decir que eso es una rutina pero no una investigación o una continuidad del trabajo, porque no lo es. Hay que tener continuidad en una tarea, que no es rápida, requiere su tiempo y su dedicación”.
“Es estudiar todo lo relacionado con el eje de mi investigación, es decir desde el inicio a por qué está de esta manera, a por qué está de esa otra manera, por qué podría estar diferente, y cómo está por otros lados. Eso es investigación, ver lo que hay, lo que yo puedo hacer, hacer esa comparación y avanzar. Por eso hay que tener vocación, te tiene que gustar leer y dedicarle tiempo”.
Y agregó: “La búsqueda nuestra es sobre aquello que no se hizo, porque nosotros no queremos trabajar sobre lo que se hizo, entonces buscamos el arte de esa tarea de investigación y ahí es nuestro punto de partida: esto es lo que hay, desde aquí hacemos diferente, siempre se trata de innovar, de generar algo que no está hecho, porque si hacemos algo de lo que se hizo no tiene sentido eso es repetir algo que ya se hizo, eso no es investigación, es un práctico de laboratorio, en cambio siempre trabajamos sobre lo que intuimos que no hay, o que por lo menos nosotros no lo encontramos”.
“La ciencia siempre tiene que estar, y la necesidad de solucionar un problema, siempre tiene que estar. Ese es nuestro objetivo: tratar de solucionar lo antes posible con las formas más innovadoras, y encontrar cosas que no se han encontrado, alternativas o procedimientos que sean mejores, o que produzcan menor costo, o que causen menor daño al medio ambiente. Siempre hay algo para aportar”, dijo finalmente la Dra. Andreatta.
Investigación en UTN San Francisco
La UTN Facultad Regional San Francisco cuenta en la actualidad con 20 grupos de investigación y desarrollo de la Facultad, y otros 3 grupos de UTN. A su vez, hay en vigencia 25 proyectos de investigación y desarrollo (PID) homologados y actualmente contamos con 179 referentes categorizados y dedicados a la investigación, entre estudiantes, graduados y docentes, aunque la historia de la Facultad en investigación suma una cantidad acumulada aún mayor. De esos 179 referentes vigentes en I+D, el 43% son mujeres.
En nuestra casa de estudios, 41 docentes cuentan con una categoría como investigadores desde el programa impulsado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, y trabajan ocho investigadores e investigadoras que tienen dependencia de Conicet.
Además, se implementan alrededor de veinte becas SAU para la inserción de estudiantes en actividades de I+D, y un número similar de becas financiadas desde Rectorado para los PID vigentes. Y contamos con un grupo de graduados que reciben una beca BINID destinada a impulsar el trabajo de graduados en proyectos de I+D.
También, contamos con tres becarios doctorales financiados por UTN y cuatro financiados por Conicet.
Nuestra Facultad Regional San Francisco ya aportó más de 300 objetos digitales en el Repositorio Institucional Abierto (RIA) de UTN. En 2022, obtuvimos el tercer puesto entre las 30 Facultades Regionales de UTN en relación con la cantidad de publicaciones realizadas en ese período.