Dentro de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles de la UTN San Francisco, una de las áreas que ocupa un rol muy importante es la de Formación Profesional, que reúne dos actividades principales: pasantías y empleo efectivo. El objetivo principal de este espacio es el de introducir a jóvenes profesionales en el circuito productivo de la ciudad y de la región.

El Ing. Paulo Gianoglio, Secretario de Asuntos Estudiantiles, explicó que desde la Facultad se busca que el estudiante pueda incorporar herramientas que les permitan desempeñarse como profesional, más allá del contenido áulico que sumará a lo largo de su trayectoria académica.
Tanto las pasantías, como el empleo efectivo, son actividades que están concentradas en San Francisco y en la región en un radio de 120 kilómetros. De todas maneras, también se suman empresas que están más alejadas geográficamente, pero que adoptan otras modalidades de trabajo, como por ejemplo el home office.
Actualmente, esta área tiene la posibilidad de articular convenios firmes con al menos 90 empresas: se habla de convenios firmes, porque los convenios marco que vinculan las empresas con la universidad se dan cada dos años, lo que hace que se superen, por año, los 40 convenios marco firmados.
El Ing. Rodrigo Ocampo, a cargo del área de Formación Profesional, aclaró que el vinculo con las empresas es aún mayor a lo registrado por convenios, ya que se establece asesoramiento a las necesidades del sector que contemple otras modalidades de contratación y desafíos particulares.
“Pueden ser consultoras, empresas del rubro metalúrgico, del rubro alimenticio, del rubro de software, agropecuario, entre otros. Dentro de ese esquema empresarial se desprenden todas las oportunidades laborales. Nosotros estamos teniendo alrededor de 50 o 60 oportunidades laborales de pasantías al año y le tenemos que sumar a eso unas 25 a 30 solicitudes de empleo de efectivo por año”, indicó Ocampo.

Otros mecanismos
El titular del área de Formación Profesional agregó que a los canales formales suelen sumarse otras posibilidades de empleo efectivo, en que la Facultad sólo oficia de promotora.
“Ahí se nos desprenden de la actividad puntual de pasantía más de 60 pasantes al año. Ese número mes a mes se va cayendo y va aumentando dependiendo de las altas y las bajas que se vayan teniendo”, aclaró Ocampo.
Es de destacar que la inserción laboral contempla la articulación transversal y el trabajo colaborativo de otros espacios de la Facultad Regional, además de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles, ya que para cumplir con los requisitos legales en los procedimientos puede intervenir Administración, por ejemplo, ante los ingresos administrativos que corresponden a una pasantía, o Extensión, cuando se buscan jóvenes graduados.
También suele suceder que se den inserciones laborales dentro de programas provinciales, como por ejemplo el Programa Primer Paso (PPP) o el plan XMí, del Gobierno de Córdoba, en donde el área de Formación Profesional intercede como asesora.

Dos nuevas instancias
Ocampo explicó que para atender a las problemáticas que pudieran ir surgiendo, se crearon dos nuevas instancias con el objetivo de favorecer el proceso de inserción laboral.
Así, por un lado se creó la asesoría en currículum vitae, que es un espacio que busca capacitar a los estudiantes en el armado de la carta de presentación y en la exposición de sus perfiles laborales para potenciar las oportunidades de empleo.
Por otra parte, también funciona un taller de entrevistas laboral, que intenta brindar herramientas ante la postulación a un empleo. Este taller está a cargo de un profesional en Recursos Humanos.
“Día a día se incorporan estudiantes a este complemento, trabajamos con todos los niveles académicos, pero sobresalen en número aquellos estudiantes de los últimos años que ya empezaron a tener roce con las materias específicas vinculadas a la parte profesional. No es casualidad que se dé en ese momento la incorporación en los programas de pasantías o de empleos efectivos, lo que no quiere decir que no tengamos estudiantes en los primeros años que estén haciendo pasantías”, aclaró Ocampo.
Gianoglio acotó que en esta línea, suele insistirse a los estudiantes en el aprovechamiento de los sistemas de becas para poder, principalmente en los primeros años, poder dedicarle el mayor tiempo posible al estudio.
Además, destacó que es notable el avance que demuestran a lo largo de los años los estudiantes a partir de este aporte de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles.
Por su parte, el titular de área de Formación Profesional agregó que si bien estas instancias podrían resolverse de manera virtual, el contacto personal “es fundamental”. Y no solamente con el alumno, sino también para con la empresa.
“Cuando salimos de la Facultad para ir a hacer un vínculo, no salimos con nombres propios, sino que salimos con el sello de la UTN y vamos a representarla”, sumó Ocampo.

Tutores
Sobre el final, Gianoglio enfatizó en que el trabajo de articulación que se hace es muy importante a los efectos de darle seguimiento a la pasantía.
Por ello, cada pasante tiene un tutor de parte de la empresa y un tutor de parte de la institución, que tienen por objetivo “cuidar” ese vínculo durante el desempeño del mismo.
“Teniendo en cuenta todas esas aristas, las posibilidades de fracaso de la actividad son mucho más pequeñas, porque a veces las empresas también tienen que entender el perfil de búsqueda que ellos quieren tener. Hay tareas que son para estudiantes de los inicios y hay otras tareas que son para estudiantes mucho más avanzados. Querer que un estudiante avanzado realice tareas iniciales a veces también es un error”, acentuó Gianoglio.
Y cerró: “Por eso el tutor de la empresa y el tutor de la Facultad se articulan para entender cuál va a ser el desempeño según la necesidad de la empresa, para que las búsquedas sean direccionadas de manera correcta con el objetivo de cumplir con la necesidad técnica de la empresa y de que sea una motivación para nuestro pasante y pueda desarrollar con éxito su tarea”.