En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, tres mujeres de nuestra comunidad educativa compartieron su mirada sobre el rol de la mujer en nuestra casa de estudios, y en el ejercicio profesional.

Se trata de Viviana Prassel, quien trabajó más de cuatro décadas en UTN San Francisco, llegando a ser Directora Académica, hoy jubilada; Valeria Giletta, Ingeniera Química, graduada en nuestra casa de estudios, y docente; y Tisiana Pablos, estudiante de cuarto año de Ingeniería Industrial, carrera que UTN San Francisco dicta en el CRES San Francisco.

La joven estudiante destacó en primer lugar que “en cuanto a la Facultad, desde que entré tuve muchas oportunidades, y lo que destaco es que no se hace inclusión de la mujer, sino que se hace igualdad, lo cual no es lo mismo, porque me parece que no debemos ser incluidas, sino que debemos estar en igualdad, y la Facultad lo plantea a eso en todo momento. Desde que ingresé tuve apoyo en todo”.

“Nunca sentí en absoluto en la Facultad algún tipo de diferencia”, dijo Tisiana, y agregó: “Toda la gente de la Facultad está buscando constantemente que todos se incluyan”. “Afortunadamente en la actualidad se toma más el hecho de que el género en sí es algo propio, o algo biológico, depende de cómo lo tome cada persona, pero en cuanto a las capacidades estamos todos iguales y todos acá tenemos las mismas oportunidades, no solo hombres y mujeres, sino todos los géneros posibles”, expresó.

Tisiana opinó después que “en el ámbito laboral la mujer ganó más espacios, pero siguen existiendo trabas, no en el ámbito de la educación, pero en el ámbito laboral pueden existir algunas trabas para las mujeres. Pero por ejemplo desde la Facultad, cuando buscan personas para hacer pasantías, se busca promover que cuando se pida a una persona para una función, no se pida que sea de determinado género, que eso sea indistinto. Y como todo en la vida eso es un proceso, que lleva su tiempo, pero yo veo que la mujer en la Ingeniería, en la ciencia, tiene mucho más peso y fuerza que antes, y para nosotras eso ya es un logro”.

La mirada de Valeria Giletta

La Ingeniera Química Valeria Giletta es graduada de UTN San Francisco, donde hoy ejerce como docente. “Hace veinte años que estoy vinculada a la Facultad, y lo que vi fue una evolución. Hace veinte años era un tema que estaba apareciendo, pero no estaba tan fuerte. Sí la ingeniería siempre fue un tema de hombres. En ese sentido me sentí bien, nunca me sentí limitada, pero sí, en otros ámbitos, por ejemplo iniciando en el ámbito laboral, que fue como raro. Por ejemplo, en mi primer trabajo había mujeres, pero no en la Oficina Técnica. Y en el segundo lugar donde trabajé fui la primera mujer en la planta, con lo cual fue un tema”.

“Creo que la Facultad evolucionó mucho en ese sentido, se cambiaron las caras, si bien siempre hubo un cupo femenino, por así decirlo, se vio un cambio en cuanto al aumento del porcentaje de mujeres, y además en los puestos en que se desempeñan, que es lo mismo que sucedió en el ámbito privado. En determinadas posiciones había como una cúpula de cristal, y si bien había mujeres en la Facultad, las posiciones que ocupaban llegaban hasta ahí. Eso hoy ha cambiado muchísimo. Para mejorar, siempre se puede mejorar, siempre hay algo para hacer, pero creo que la evolución en la Facultad fue muy positiva y en algún punto más que en otros ámbitos que una recorre y conoce”, agregó la ingeniera.

Luego añadió: “Tuve la suerte de crecer en una familia donde de chiquita me gustaban jugar con autos, por ejemplo, me crié rodeada de libros porque mi mamá era ptofe de Literatura, y yo miraba He-Man, y me ponían ese programa, me compraban autitos, me compraban la ametralladora, con mi abuelo aprendí lo que es una llave prusiana, una arandela grower, y me dejaban jugar con eso, que es una experiencia que no todas las mujeres pudieron tener”.

“Los chicos más jóvenes la tienen mucho más clara, y somos nosotros los más grandes los que le ponemos dudas, o preconceptos, porque creo que los pibes la tienen muy clara en la mirada de que las profesiones y el rol de la vida de cada persona trasciende el género, está más allá de eso”, remarcó.

“Diversidad, es el secreto para enriquecer el equipo de trabajo, el equipo de gestión, el equipo donde estés trabajando. Lo más importante es respetar las opiniones, respetarnos como sociedad, sobre el que piensa distinto, en cualquier ámbito, escucharnos. Cambiar el discurso y romper los mapas mentales para generar mucho respeto y una sociedad mejor”, puntualizó finalmente la docente.

Viviana Prassel y su experiencia en la vida de la Facultad

Viviana Prassel trabajó como nodocente durante 42 años en nuestra casa de estudios. “Yo empecé trabajando en una categoría inferior, luego concursé para ser Directora de Alumnos, y finalmente, Directora Académica”.

“En todo el tiempo que transcurrí trabajando en la Facultad nunca noté que hubiera diferencia en el trato entre mujeres y hombres, teniendo en cuenta que cuando yo empecé a trabajar en la Facultad, el 80 por ciento de los estudiantes era varones, la mayoría de los docentes eran ingenieros, pero sí es importante destacar que en el ámbito administrativo, la mayoría éramos mujeres. Y siempre sentí, personalmente, que nos valoraban como tal, valoraban nuestro trabajo y como mujeres trabajando en este ámbito, si bien en aquella época no había todo esto que se está viviendo ahora sobre el tema de las mujeres, yo me sentí siempre bien, respetada. Sentía que la gente me respetaba, los profesionales, los alumnos, teniendo en cuenta que a veces los estudiantes tienen un trato diferente, pero nunca sentí que alguien me faltara el respeto por ser mujer”, dijo Viviana.

También señaló: “Creo que los derechos y obligaciones tienen que ser iguales para hombres y mujeres, sobre todo en los derechos porque lo que se está haciendo ahora es tratar de que las mujeres tengamos los mismos derechos que los hombres. Creo que está bien en el punto del respeto, de que las mujeres puedan ocupar lugares estratégicos e importantes en la sociedad, en un ámbito público o privado, o en cualquier lugar donde una mujeres pueda ejercer, trabajar o desempeñar. Y creo que nunca los extremos son buenos, todo tiene que estar en un equilibrio exacto, y en un punto medio. A las mujeres nos gustan que nos respeten, nosotras tenemos que respetar. Tenemos que respetarnos como mujeres, y respetar las leyes, a las personas, a aquellos que pretendemos que nos respeten. Los extremos, no me parece que sean buenos”.

La ex Directora Académica destacó el aporte de las mujeres en la vida cotidiana de la Facultad, sobre todo luego de la apertura de las Ingenierías en Sistemas de Información y Química: “Eso le aportó mucho a la Facultad, porque si bien los derechos y las obligaciones son las mismas, las mujeres tenemos otra percepción de las cosas, somos más intuitivas, nos gusta más consensuar, no vamos tanto al choque en algunas cuestiones. Y el ingreso de más mujeres a la Facultad aportó mucho, al Centro de Estudiantes, a las instituciones, para todo, hasta para nosotras mismas que al principio estábamos solamente en las oficinas, y ahora hay muchas mujeres en las oficinas, y hay estudiando, trabajando, enseñando, creo que el aporte fue muy importante, porque el aporte femenino es muy importante para toda la sociedad. Hoy vemos mujeres que desempeñan cargos altos, y eso no lo da el cupo femenino sino que lo da la capacidad que tenemos las mujeres en mismo ámbito que se desarrollan los varones”.

Al ser consultada sobre su paso por la UTN San Francisco, emocionada, Viviana respondió: “Yo crecí mucho en la Facultad, me emociona hablar en esto, es mucho tiempo, siempre digo que crecí laboral, emocional y afectivamente, junto con mis afectos fuera de acá, en este lugar”.

“Ocupé un lugar importante y me valoraron en ese lugar, y se extraña un poco, porque estar acá con gente, si bien uno tiene obligaciones y responsabilidades, una está con mucha gente y todos con quienes uno habla, aporta opiniones, conocimientos, vivencias, y eso me dejó la Facultad, las vivencias de un lugar espectacular”.