A finales de 1980 comenzó a funcionar en una de las terrazas de nuestra Facultad Regional el Observatorio Astronómico, punto de encuentro de quienes buscan en el firmamento las respuestas a preguntas ancestrales que siguen despertando una intensa curiosidad en las nuevas generaciones. Ya pasaron 35 años de aquel primer paso que significó la constitución de la Asociación Amigos de la Astronomía, impulsada por un grupo de docentes del entonces Ipet Nº 3, hoy Ipet 50 “Emilio F. Olmos”.
El impulsor de la gestación del observatorio fue Hugo Cesar Madonna, quien hasta el día de hoy sigue trabajando junto a un grupo de colaboradores en su funcionamiento como así también en la constante renovación de su propuesta a la comunidad. El propio Madonna explicó: “Me parece que fue ayer, el primer aparato lo hice en la Escuela del Trabajo, porque estaba dando clases ahí, y con la colaboración de comercios, industrias, entidades bancarias, que apoyaron la formación de una comisión pro-observatorio, y dio resultado porque en dos años tuve el aparato listo, y al buscar dónde colocarlo surgió ubicarlo en la UTN, cuya sede en aquel momento estaba alejado de las luces de la ciudad y era un polo educativo que se estaba comenzando a gestarse. Nos cedieron la terraza, que estaba libre, y así nació el Observatorio”.
Vale la pena acotar que el interés por la astronomía en nuestra ciudad es anterior a la creación del Observatorio, tal como lo destaca Madonna, cuando señala que en 1954 durante una Feria de Ciencias a nivel profesional, llamada por ese entonces Clases de Invierno, se dictaron conferencias y por las noches se realizaron observaciones de planetas con un telescopio sistema Newton de 200 mm traído desde el Observatorio Astronómico de Córdoba.
Muchos años después, en 1978, en la Escuela del Trabajo donde Madonna era profesor de Dibujo Técnico, junto a los profesores Facundo Díaz, Anita Bagnarelli, Raquel Visconti de Marlatto, Clelia Marchina, Raúl Gioíno, Eduardo Pazzarelli, Héctor Bertoneri y Jorge Bertuzzi por la Asociación Cooperadora, se unieron con el objetivo de construir un telescopio e instalarlo en algún lugar apropiado de la ciudad.
El 24 de noviembre de 1978 muchos de los ya mencionados se reunieron en las instalaciones de la UTN junto a quien era el decano, ingeniero Reinaldo Barberis, a los efectos de constituir la Asociación Amigos de la Astronomía, conformando una comisión provisoria. Los objetivos básicos de esta nueva entidad eran “fomentar el interés por la astronomía y ciencias conexas, difundir el conocimiento mediante observaciones, cursos, charlas, congresos, extender los beneficios al ámbito educativo primario, secundario y superior de la ciudad y zona, y para el público en general”.
La comisión provisoria resolvió continuar con la construcción del telescopio astronómico y facultó a Madonna a realizar todas las gestiones pertinentes a la consecuencia del citado fin. Junto a Raúl Gioíno comenzaron a solicitar ayuda a diferentes sectores de la comunidad. El ingeniero Barberis ofreció la UTN como sede social de la Asociación y para el funcionamiento del telescopio. Las actividades se iniciaron en noviembre de 1980. Ese primer telescopio artesanal en la actualidad se encuentra sobre el Ipet 50.
En 1996 se instaló el nuevo telescopio que fue donado por Ciencia y Tecnología de la provincia. Es un telescopio reflector Celestron C-11 con un espejo de 279 milímetros. “Tiene una computadora incorporada que posee una base de datos de 40.000 objetos que se pueden buscar automáticamente, previo alineado diario del telescopio y dependiendo de lo que se vea cada noche”, explicó el equipo de trabajo. La construcción de las instalaciones del Observatorio se gestionaron y realizaron con el aporte de entes privados y municipales.
En el Observatorio trabajaron Eduardo Pazzarelli, Nicolás Ottero, Alejandro Bongiovanni, Gustavo Dotti. Ottero y Dotti estudiaron en la Facultad de Matemática, Astronomía y Física de Córdoba (Famaf).
Se fueron incorporando elementos para estar a la altura de un observatorio moderno, “de manera que con el equipamiento actual estamos funcionando como cualquier observatorio del mundo”, explicaron. Entre los elementos con que cuenta el Observatorio en la actualidad, además del telescopio reflector Celestron, podemos destacar dos telescopios refractores portátiles, un láser para apuntar objetos en el firmamento, una cámara que permite tomar fotografías, un proyector que permite mostrar al público la imagen que toma el telescopio y una PC con internet para obtener información. Además se cuenta con un auditorio para 30 personas con proyección de videos.
Una vez instalado el telescopio, las actividades e investigaciones nunca cesaron. Y en estos 35 años hubo eventos especiales, como la llegada del cometa Halley. “En aquella ocasión la gente vino de forma masiva, había gente desde la puerta de entrada hasta el segundo piso, fue el evento más importante. Después hubo, por ejemplo, eclipses, una supernova, la explosión de un cometa que fue atraído por Júpiter, la conjunción entre Venus y Júpiter y otros eventos cósmicos que atrajeron a la gente”, dijo Madonna, y agregó que “con la llegada del cometa Halley vendimos una calcomanía y con eso pudimos comprar materiales para las instalaciones”. También que en la actualidad se ofrece a los visitantes un sticker con el logo del Observatorio Astronómico, a modo de colaboración y de souvenir de la visita al Observatorio. Otro evento importante fue la observación de la “Súper Luna Roja”, que se produjo el domingo 27 de septiembre de este año, con más de 400 personas que visitaron las instalaciones del Observatorio.
El equipo de trabajo del Observatorio es ad honorem, y está integrado por Hugo Madonna, Mauricio Casalis, Hernán Mattío y Edgardo Benvenuto, además de dos estudiantes becados por la UTN, Federico De Giovanni y Agustín Gorgni. Todos viven con la misma pasión el momento en que el techo corredizo de las instalaciones situadas en la terraza de la Facultad abren paso al mar de estrellas que vuelven a mirar cada vez con mayor precisión gracias a la robotización del telescopio refractor que permite facilitar la búsqueda de objetos y astros.
“Venimos los miércoles y los viernes de 20 a 22, trabajamos en el estudio de diferentes objetos, nos conectamos con otros observatorios, tenemos las coordenadas de objetos o acontecimientos que podemos buscar, con la robotización del telescopio ese trabajo es mucho más rápido y preciso, analizamos información con internet, realizamos actividades de divulgación para el público, con acceso libre y gratuito, que quiera participar de las observaciones, hacer preguntas, buscar información, etc.”, explicaron.
Por otra parte el Observatorio confecciona notas de divulgación y de eventos espaciales que se publican y difunden en los medios de la ciudad. Por ejemplo, entre otras ha publicado una nota respecto a los pasos visibles de la Estación Espacial Internacional (EEI).
Destacaron además la participación en la Cooperadora de la Facultad Regional San Francisco de UTN a través de la Subcomisión de Astronomía, cuyo presidente es Hugo Madonna, y comentaron que entre los proyectos que pretenden concretar se destacan la instalación de nuevos equipamientos y la creación de un Planetario en el predio de la casa de altos estudios.
Mientras las condiciones climáticas lo permiten, el Observatorio Astronómico de San Francisco recibe grupos de personas y de alumnos de diferentes niveles educativos que se acercan a conocer la institución y acceder a través de ella a los misterios del Cosmos. Las visitas guiadas con acceso libre y gratuito se realizan los miércoles y viernes en el horario de 20 a 22, están destinadas a escuelas y público en general.
Los interesados pueden obtener mayor información y turnos para grupos o escuelas acordando número, día y horario llamando a los teléfonos 15678771 (Mauricio Casalis), 15478796 (Hernán Mattío), 15582123 (Hugo Madonna), 427998 (Edgardo Benvenuto); o por correo electrónico: astronomiasf@gmail.com, o vía facebook: Astronomía San Francisco.