El Observatorio Astronómico de UTN San Francisco registró, el pasado lunes, el tránsito de Mercurio frente al Sol. El fenómeno se produjo el lunes, de 9.30 a 15 (hora argentina), implicó que Mercurio se situara casi en línea recta entre el Sol y la Tierra.
Nicolás Rocchia, becario del grupo del Observatorio Astronómico de nuestra Facultad, explicó que “lo que se pudo ver desde el observatorio de nuestra Facultad es un pequeño punto negro atravesando el disco solar, correspondiente al tránsito del planeta al pasar entre la estrella y la Tierra. Mercurio pasa de esta forma unas 13 veces por siglo por lo que si no pudimos verlo en esta ocasión tendremos que esperar unos 13 años para poder intentar verlo otra vez en 2032”.
“La primera vez que se pudo observar la sombra del planeta deslizarse delante del Sol fue el 7 de noviembre de 1631, unos veinte años después de la creación del primer telescopio. Johannes Kepler fue quién predijo el tránsito y Pierre Gassendi, un científico francés, quien lo observó primero”, destacó el investigador, y añadió luego que “Mercurio se encuentra a casi 58 millones de kilómetros del Sol, es el planeta más cercano a nuestra estrella y tiene un diámetro muchísimo más pequeño. Se trata de 4.879 kilómetros frente a los casi 1.4 millones de kilómetros de diámetro del Sol. Por estas combinaciones entre tamaños y distancias, el tránsito de este planeta fue visto desde la Tierra como un punto negro que se desplaza por horas frente al Sol”.
El astrofotógrafo de Mar del Plata Lucas Dortone, quien ayudó al Observatorio a obtener las imágenes, explicó: "Contrariamente de lo que se piensa al leer o escuchar la palabra fotografía, cuando hacemos una astrofotografía planetaria en realidad lo que hacemos es filmar un video, pero ¿por qué? Como sabemos, un video en realidad es una secuencia de imágenes que al reproducirse a determinada cantidad de cuadros por segundo la vemos animada. Hoy en día las cámaras pueden filmar hasta 60 cuadros por segundos. Esto significa que por cada segundo de video en realidad vamos a tener 60 fotos. Al observar desde nuestro planeta, obligadamente la luz que llega a nuestros telescopios y cámaras primero pasa a través de la atmósfera, y acá está el por qué filmamos y no hacemos fotos. La atmósfera está compuesta de gases como sabemos, en altura hay vientos que pueden alcanzar velocidades increíbles y cambiar de un momento a otro, el resultado de esto sumado a otros factores hace que la atmósfera esté con turbulencia, por lo tanto, la imagen también lo estará".
Luego destacó que “para comprender más fácil este fenómeno, podemos pensar en lo que se produce cuando miramos a la línea del horizonte sobre un asfalto que está caliente por el Sol, vemos como la imagen ondula a raíz de esto. En este caso es exactamente igual, si nosotros tenemos una atmósfera con turbulencia, vamos a tener una imagen con ondulaciones, y puede llegar a ser prácticamente imposible enfocar la imagen, como esto puede variar de un segundo a otro, al filmar un video vamos a captar 60 fotos por segundo (depende la cámara) y depende el estado de la atmósfera será el porcentaje bueno de esas fotos”.
“Una vez que nosotros tenemos nuestro video, en este caso del Sol y Mercurio, lo que procedemos a hacer es procesarlo, para convertirlo en una imagen mucho más nítida. Mediante diferentes softwares lo que se hace es: Separar ese video en fotos, un programa elige cuales de esas fotos tienen mejor calidad, (acorde a estado de la atmósfera) luego toma puntos de referencia para alinear todos los cuadros, y por último los apila a todos para convertirlos en una imagen que contiene la información de todos esos cuadros. Con esta técnica ganamos una imagen mucho más nítida, ya que el programa solo apila los mejores cuadros del video, para luego revelarlos y dar los detalles finales de color en este caso”, puntualizó finalmente.