Se realizó días atrás en nuestra Facultad Regional un encuentro de capacitación docente a cargo de la Profesora Liliana Eguiluz, que tuvo como eje “La enseñanza de la matemática desde el enfoque de resolución de problemas”, con la organización de Editorial Santillana.
Un importante número de docentes de la ciudad y la región se dieron cita para seguir atentamente los conceptos compartidos por Eguiluz, profesora de Matemática, Física y Cosmografía, docente en niveles secundario y terciario, con amplia trayectoria en Didáctica de la Matemática y en Práctica de la Enseñanza.
“El eje fue cómo trabajar en la escuela a partir de la resolución de problemas, porque el título de la charla da para pensar en muchas cosas y en realidad tiene que ver con un formato particular de elegir las situaciones y de intervención docente, entonces tratamos de analizar cómo se eligen los problemas, cómo lo hago en función de los conocimientos de los chicos, qué condiciones tiene que tener para ser un problema de aprendizaje, y lo más interesante es cómo interviene el docente en el aula para que ese momento de resolución del problema sea donde la prioridad la tenga el alumno, donde se trabaje promoviendo la autonomía, haciendo que los chicos levanten su autoestima a partir de que resuelvan aún sin estrategias esperadas u óptimas, o si tienen errores se pueda charlar sobre eso para llegar después a los aprendizajes matemáticos”, explicó la disertante.
Liliana Eguiluz fue integrante del Equipo de Matemática de la Dirección de Investigaciones e Innovaciones Educativas (DIIE), del Equipo Central del PROINTEC (Proyecto de Incorporación de Tecnología a la Educación, Córdoba), y del Equipo de Curriculum de Matemática del Ministerio de Educación de la provincia de Córdoba. Se dedica actualmente a la capacitación docente en Matemática y su enseñanza en los niveles inicial, primario y medio.
Durante el encuentro realizado en nuestra Facultad, además “se trabajó analizando una clase para que vieran cómo es el tema de la intervención docente, que considero clave, y donde hay que trabajar más en las escuelas, porque conseguir buenos problemas hoy quizás no es tan difícil, el tema es qué hacemos con ellos”, indicó la profesora.
Luego comentó que “en general los docentes lo ven bien a este planteo, a algunos les gustaría trabajar de este modo, algunos ya lo están haciendo, y los que no, plantean cómo comenzar a hacer ese cambio, y la respuesta es ponerse en camino, es estudiar, probar, llamar a un compañero para que observe nuestras clases, compartí un cuestionario para que se observen, para que puedan crecer a partir de esa experiencia, les di sugerencia sobre cómo entrar en ese camino, al que no se accede de un día para el otro”.
“La intervención del docente es fundamental, como lo es también el no quedarse con lo que se dice en los pasillos. A veces circulan en los pasillos de las escuelas comentarios sobre que hay que hacer las cosas de determinada forma, que están descontextualizados, y por ejemplo, uno puede escuchar que no se enseñan las tablas de memoria. Y en realidad no se enseñan de memoria cuando se están aprendiendo pero después sí como parte de la currícula de primaria está la memorización de tablas, entonces estos comentarios quedan flotando, pasando de boca en boca y se llegan a conclusiones que se sacan por comentarios y no lo que pide la currícula o lo que piden los textos actualizados de didáctica. Con estos comentarios descontextualizados dando vueltas se empieza a exigir menos, pero no porque esta propuesta de trabajo pida eso sino porque se asumen estos comentarios como ciertos cuando en realidad la propuesta que se hace es mucho más exigente que la convencional”, destacó Eguiluz.
Por último la profesora expresó que “cuando un docente entra al aula tiene que tener en su cabeza por qué estoy yendo ese día a trabajar con los chicos, qué es lo que espero, y lo primero es la formación, cómo quiero que se formen como personas, qué tipo de razonamiento quiero que hagan, si quiero que sean autónomos o independientes, si quiero que se sienta bien haciendo las cosas o que se sienta humillado. Si yo no pienso en eso antes de poner un pie en el aula no estoy pensando en la educación, no puedo estar pensando solamente en que hoy voy a enseñar a sumar, y eso es clave porque determina cada intervención adentro del aula, cada gesto, cada palabra tiene que estar consustanciado con eso que yo estoy queriendo, si no trabajamos desde ahí es común que los chicos pasen de un grado a otro, pasen por el secundario, y no se la creen, y el que no se la cree no va a resolver un problema por más fácil que sea, porque nunca creyó que lo pudo hacer, en matemática como en cualquier otro orden de la vida”.
