En la madrugada del 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas tomaron el poder mediante un golpe de Estado y derrocaron al entonces gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón; de esta forma, comenzó una dictadura que duraría hasta el 10 de diciembre de 1983.
Durante este período se institucionalizó una metodología de secuestro-tortura-desaparición y se perpetraron crímenes atroces que van desde privaciones ilegítimas de libertad, secuestros, torturas en centros clandestinos de detención hasta apropiación de recién nacidos y exilios forzados de miles de argentinos.
Estos años oscuros estuvieron signados por una constante violación de derechos humanos, la comisión de crímenes de lesa humanidad y la implantación de un feroz terrorismo de Estado.
Esta modalidad de gobierno de facto y su respectivo modus operandi, a su vez, formaban parte de un plan mayor conocido como Plan Cóndor, el cual ya operaba en toda Latinoamérica y funcionaba como coordinación entre las distintas dictaduras que en esos años se habían instaurado en otros países del Cono Sur, tales como Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil.
Han pasado ya 43 años desde aquel día, pero gracias a la persistente labor de los diversos movimientos sociales, como Madres de Plaza de Mayo, H.I.J.O.S. y Abuelas de Plaza de Mayo, la memoria y el pedido de verdad y justicia jamás han quedado en el olvido.
A partir de la recuperación de la Democracia en 1983, el Estado protagonizó dos hitos que profundizaron la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia: el Juicio a las Juntas en 1985 y las políticas de condena al terrorismo estatal, desplegadas a partir de 2003, que dejaron atrás las leyes del perdón y dieron paso a la judicialización y penalización de muchos de los represores; estos hitos permitieron, además, recopilar testimonios y reconstruir la historia de aquello que por mucho tiempo estuvo acallado y silenciado.
El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia es una fecha en la que se conmemora y busca mantener vivos en la reflexión y la memoria social los trágicos acontecimientos producidos en la última dictadura militar, dar una consciente muestra de respeto y acompañamiento a las familias víctimas de la desaparición de personas y continuar con la exigencia de justicia por los terribles crímenes cometidos.