A pedido del historiador José María Rosa y por medio de la Ley n.º 20.770, el Congreso de la Nación instauró el 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional, en conmemoración de la batalla de la Vuelta de Obligado.
El 20 de noviembre de 1845, en la batalla de Vuelta de Obligado, algo más de un millar de argentinos enfrentó a la armada anglofrancesa en una gesta histórica que permitió consolidar definitivamente nuestra soberanía nacional. Por medio de la Ley N.º 20.770 del año 1974 se instauró el 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional. Y por decreto n.° 1584/2010 se incorpora esta fecha como feriado nacional.
El Combate de la “Vuelta de Obligado” ocurrió en 1845, cuando Gran Bretaña y Francia, las dos potencias económicas, políticas y bélicas más grandes de la época, se unieron para atacar a la Argentina, que se encontraba bajo el mando del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas. El objetivo de la invasión fue de índole económica y política: la expansión de sus mercados y la independencia de Corrientes, Entre Ríos y lo que es hoy Misiones para formar un nuevo país, la “República de la Mesopotamia”, que empequeñecería y debilitaría a la Argentina y haría del Paraná un río internacional de navegación libre. Los ingleses y franceses creyeron que con la exhibición de sus imponentes naves alcanzaría para asustar a los argentinos, pero, no fue así: Rosas decidió hacerles frente encargándole al general Lucio N. Mansilla conducir la defensa, junto a más de un millar de argentinos.
Fue entonces que, en el recodo más delgado de nuestro ancho Paraná las valientes tropas encadenaron el río para defender nuestro territorio. Dieron batalla un 20 de noviembre de 1845, en lucha desigual con los poderes más fuertes de la Tierra. La estrategia fijada por Rosas y Mansilla tuvo éxito y las grandes potencias de la época finalmente se vieron obligadas a capitular aceptando las condiciones impuestas por la Argentina. Gracias a la epopeya las provincias litorales continuaron siendo parte de nuestro territorio y el Paraná es hasta hoy un río interior argentino.