Hoy se conmemora el Día Internacional del Trabajador. Desde nuestra Facultad Regional San Francisco saludamos a todos los trabajadores, en especial a los que forman parte de nuestra comunidad y día a día ponen lo mejor de sí para el crecimiento y desarrollo de nuestra casa de altos estudios.
A mediados del siglo XIX, las condiciones de trabajo generadas por la revolución industrial eran lamentables.
La jornada de trabajo se extendía por más de doce horas; las condiciones de higiene y salubridad eran deplorables; la disciplina laboral era controlada duramente y el reclutamiento de trabajadores se realizaba indiscriminadamente entre hombres, mujeres y niños.
Ante los abusos, poco a poco los trabajadores comenzaron a organizarse y, mediante huelgas y manifestaciones callejeras, pretendían hacer valer sus derechos.
El 1º de Mayo de 1886 las organizaciones de trabajadores de Chicago declararon la huelga y se movilizaron en reclamo de las ocho horas de trabajo. La manifestación fue brutalmente reprimida y terminó con la ejecución de cuatro trabajadores anarquistas, ahorcados tras un proceso irregular el 11 de noviembre de 1887.
En 1889, la Segunda Internacional decidió instituir el 1º de Mayo como jornada de lucha para perpetuar la memoria de los trabajadores que murieron luchando por una jornada de ocho horas. Se eligió ese día en alusión expresa a los mártires de Chicago.
A partir de 1890, cada 1º de Mayo comenzaron a realizarse todos los años, en cantidad creciente de países, actos en los que los trabajadores planteaban ante las patronales y los gobiernos sus reivindicaciones económicas y políticas.
En Argentina, la primera conmemoración tuvo lugar el 1º de Mayo de 1890, decidiéndose, además, la conformación de la primera federación obrera y el inicio de la publicación de un periódico para difundir ideas que ayudaran en la organización y fortalecimiento de los sectores trabajadores.
Durante las presidencias del partido radical, entre 1916 y 1928 se sancionó legislación que tendía al mejoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores, entre ellas las leyes de descanso dominical y la de conciliación y arbitraje en los conflictos obreros.
En su segundo mandato, Hipólito Yrigoyen, instituyó por decreto del 28 de abril de 1930, el 1º de Mayo como "día de fiesta en todo el territorio de la República".
A partir de la asunción a la presidencia de Juan Domingo Perón en 1946, se afianzó la presencia obrera en el escenario social y las reivindicaciones que los trabajadores habían anhelado se fueron concretando en realidades.
El festejo del 1º de Mayo alcanzó su plenitud; en los actos hablaban el Secretario de la CGT, Evita y el Presidente. Después, la gente disfrutaba de espectáculos musicales, el desfile de carrozas y la coronación de la Reina del Trabajo.
La presencia sindical, desde entonces y pese a los reiterados intentos de los gobiernos militares, hizo del tradicional festejo una conquista indiscutible.
En la actualidad, muchos países rememoran el 1º de Mayo como el origen del movimiento obrero moderno. Paradójicamente, muy pocos países de raigambre británica; entre ellos Estados Unidos, el país que diera origen al movimiento que gestó esta celebración, recuerdan el Día de los Trabajadores en otras fechas del año.
Fuente:
Equipo de Comunicación y Cultura, Secretaría de Cultura y Extensión Universitaria de UTN