El ingeniero electrónico Hugo Pipino, graduado de nuestra UTN San Francisco, recibirá el premio que la Academia Nacional de Ingeniería otorga todos los años a los egresados sobresalientes de las carreras de Ingeniería que se dictan en universidades de nuestro país, sean nacionales, provinciales o privadas, reconocidas por el Estado Nacional.

Pipino terminó su carrera en junio de este año con un promedio de 9.49, lo que le permitió convertirse en el noveno graduado de nuestra casa de altos estudios elegido para recibir este premio, desde su puesta en marcha en 1993.
“Estoy muy contento, es un reconocimiento al esfuerzo personal, también estoy satisfecho porque siempre me gustó la electrónica, desde que era chico, y a medida que fui creciendo, fui aspirando cada vez a más, soy Técnico en Electrónica recibido en el Ipet 50, y ahora ingeniero electrónico de la UTN. El hecho de haber podido terminar en tiempo y forma es algo que me da mucha satisfacción y me pone muy contento por haber logrado este objetivo”, dijo el ingeniero.
Cabe destacar que los candidatos considerados para la adjudicación de estos Premios deben ser ingenieros egresados con un promedio de calificaciones de las asignaturas del plan de estudios de sus carreras, igual o superior a ocho puntos y que los hayan realizado como alumnos regulares en el número de años establecido como normal para la carrera, que deberá tener como mínimo cinco años de duración.
El ingeniero Pipino afirmó además que “Electrónica es lo que me gusta, quizás por eso pude alcanzar este objetivo.  Desde chico me gustaba la electrónica, el hecho de que uno pueda manejar las cosas, inclusive mi idea a futuro es dedicarme al control industrial, y en ese sentido me estoy capacitando para aprender las técnicas modernas de esta actividad, sobre las cuales hay un déficit importante en el país. Control industrial tiene que ver con la automatización, el hecho de que uno pueda mantener una máquina controlada o en equilibrio, o que responda como uno quiere”.
“Cuando era pequeño inventaba cosas, buscando lograr que pasara lo que yo quería que pasara, en cosas rudimentarias, y ahora uno se da cuenta que eso era un juego pero uno después va asumiendo esa vocación y sigue creciendo. Pero empecé intentando hacer algo que funcione, con cosas simples como mecanismos hechos con hilos, o del estilo, y experimentando la fascinación por ver cuando todo resulta como uno esperaba”, explicó.
Pipino es el primer ingeniero de su familia. Actualmente ejerce la docencia en la UTN San Francisco: “Estoy dando clases en la UTN, en el área de Física, ayudando con los prácticos de Laboratorio, ayudando a los chicos del cursillo tratando de fomentar la Física”. “La Facultad me dio mucho, abarca mucho no solo lo académico sino todo lo que forma a una persona, creo que uno nota eso con el tiempo, al principio uno busca rendir materias, avanzar en la carrera, pero paralelamente uno se va desarrollando como persona, le pierde miedo a los exámenes, va formando carácter, al dar clases uno gana confianza a hablar frente a otras personas, y además uno se va perfeccionando en un área específica que es en lo que quiero trabajar en el futuro”, agregó.
El premio anual de la Academia Nacional de Ingeniería –cuya entrega este año se concretará a fines de noviembre- tiene por objeto evidenciar públicamente a quienes se hayan destacado por su capacidad y dedicación al estudio durante su carrera universitaria, alcanzando un nivel sobresaliente de capacitación científico-técnica reconocida por su Universidad y por la Academia. Asimismo, quienes lo otorgan consideran que esta distinción sirve de estímulo a los jóvenes ingenieros que recién comienzan su carrera profesional, impulsándolos a continuar con el elevado nivel manifestado durante sus estudios.
El decano de nuestra Facultad Regional, ingeniero Alberto Toloza, destacó la importancia que tiene para nuestra casa de altos estudios contar con un egresado distinguido por la Academia Nacional de Ingeniería, algo que ya había sucedido en otras ocho ocasiones. “En el año en que nuestra Facultad celebra sus 45 años de vida, es una gran satisfacción saber que permanece intacto el compromiso con la excelencia académica, y que desde las aulas de nuestra Universidad Tecnológica Nacional se sigue aportando a la comunidad profesionales responsables y comprometidos con la realidad y el desarrollo de nuestras comunidades. Y en ese sentido hay que destacar la calidad del trabajo de nuestros docentes, su capacidad, profesionalismo y dedicación, que constituyen uno de los pilares de nuestra casa de altos estudios”.
“Distinciones como éstas nos llenan de orgullo, y nos comprometen a seguir brindando nuestro aporte al progreso de la sociedad. Nuestra Facultad Regional a lo largo de su historia estuvo siempre ligada al desarrollo productivo y lo seguirá estando”, agregó el ingeniero Toloza.
Por último Pipino expresó su agradecimiento “a mi familia y a los amigos que siempre estuvieron conmigo, me acompañaron y me ayudaron a que pueda crecer, y a la Facultad que es una parte fundamental, porque me formó, me permitió ser ingeniero, y a aquellos que se fueron sumando a lo largo de este camino, a quienes nos ayudaron en la tesis, pero lo principal es la familia, los amigos y la universidad”.