Cuatro estudiantes de nuestra Facultad Regional realizarán una experiencia de seis meses de capacitación y especialización en Alemania, en el marco del Programa de Intercambio UTN-DAAD, del cual la casa de altos estudios participa activamente todos los años. Esta es la primera vez que un mismo año son cuatro los estudiantes seleccionados de la Facultad San Francisco para ser parte de esta experiencia. En total, cada año son elegidos un total de 60 alumnos de todas las UTN del país.
En ese contexto, el secretario de Asuntos Universitarios, ingeniero Emilio Genesio, el secretario Administrativo, ingeniero Gabriel Cerutti, y el director de Proyección Universitaria, Javier Zanardo, hicieron entrega a los estudiantes de un aporte de 1.000 euros a cada uno, que la Universidad Tecnológica Nacional le otorga a cada participante de este programa, y que se suma a los 405 euros mensuales que entrega DAAD. De esta manera, UTN aporta este año un total de 60.000 euros para que los estudiantes seleccionados realicen esta especialización.
Los estudiantes que viajarán en los próximos meses a Alemania son Bruno Trucco, Fernando Daniele, Gonzalo Velázquez y Matías Juárez, todos alumnos de Ingeniería Electrónica, que presentaron su proyecto en 2013 y desde entonces se vienen capacitando en el idioma alemán y en el perfeccionamiento de sus iniciativas.
El secretario de Asuntos Universitarios, ingeniero Emilio Genesio, destacó que “este es un trabajo que se viene realizando desde hace varios años, y es la primera vez que se van tantos chicos un mismo año, ellos son compañeros de carrera, todos estudian Ingeniería Electrónica, que es algo que les va a servir a ellos para su integración, y para compartir la experiencia que van a vivir en Alemania”.
“A mediados de agosto de este año se van a presentar los proyectos de aquellos que quieran participar de esta experiencia en 2017, con lo cual nos estamos preparando para que se pueda ampliar la cantidad de chicos que van, y que les sea más fácil el aprendizaje del idioma, que muchas veces es una traba en este tipo de participaciones. Ellos presentaron en momentos diferentes el aprendizaje del idioma, todos presentaron su proyecto el mismo año, en 2013, y desde allí profundizaron ese aprendizaje para superar las etapas de evaluación y llegar así a esta instancia”, agregó.
Por su parte Zanardo explicó que “este año hubo cambio de fechas, se adelantaron los exámenes así que tuvieron que acelerar su preparación. En realidad se adelantaron todas las fechas, desde los exámenes hasta la presentación de los proyectos, que antes se hacía en octubre, ahora se hace a fines de agosto, con lo cual hubo que amoldarse a esta nueva circunstancia”.
El ingeniero Gabriel Cerutti explicó que el Programa de Intercambio UTN-DAAD “nació a fines de los años 90, no estaba institucionalizado, había algunos referentes, pero no estaba canalizado en ninguna Secretaría, y los interesados no sabían muy bien dónde obtener mayor información o cómo proceder. Después de tantos años de implementarlo y darle respaldo institucional, es una satisfacción muy grande ver que hay muchos estudiantes que se interesan por el programa y hacen un esfuerzo adicional, porque ellos siguen avanzando con su carrera y paralelamente están estudiando el idioma alemán y cumpliendo con las etapas que el programa les plantea. Para la Facultad es más que positivo este tipo de experiencia y estos estudiantes merecen un reconocimiento por el esfuerzo realizado, como así también al acompañamiento brindado desde la Secretaría de Asuntos Universitarios, de manera que los chicos no sientan que están solos, sino que son acompañados y se les brinda las herramientas para que todo culmine como estos casos. Si uno se pone a pensar que esto que presentamos hoy comenzó a gestarse al menos hace dos años, hay que destacar y valorar el camino recorrido y el trabajo realizado”.
Cabe recordar que el Programa de Intercambio UTN-DAAD permite a 60 estudiantes de UTN de todo el país realizar una experiencia tanto académica como laboral en universidades de Alemania. Esto es costeado por la UTN en lo que se refiere a pasajes, mientras que la estadía la costean las entidades que gestionan el programa desde Alemania. Es el programa de intercambio de grado más grande de UTN, destinado a estudiantes de ingeniería, que cuenta con 60 plazas que período a período se ofrecen a todas las Facultades Regionales y Unidades Académicas para que los estudiantes de dichas facultades regionales participen.
“Los estudiantes interesados deben formarse en el idioma alemán, desde la Facultad hacemos un aporte para que tengan un costo del 50% en la formación en ese idioma. Luego, los interesados deben presentar un trabajo de investigación que sería lo que luego van a desarrollar en Alemania durante su estadía. Finalmente se les toma un examen del idioma y una presentación en un coloquio en el rectorado de la Universidad Tecnológica Nacional, y de ahí sale la nómina de los 60 seleccionados para representar a la UTN año a año. Siempre se postulan alrededor de 200 y 300 chicos, y quedan 60. Desde que venimos participando siempre hubo estudiantes de nuestra Facultad que fueron seleccionados para esta experiencia, así que es un mérito para la gestión, para los docentes que los preparan, y obviamente para los estudiantes se capacitan y elaboran un proyecto de investigación”, explicó Genesio.
Los protagonistas
Bruno Trucco señaló que la idea de su proyecto “fue retomar una práctica del secundario, replantearlo y rediseñarlo con nuevas tecnologías. Es el proyecto del ‘Hombre quieto’, que surgió en el Ipet 50, y que consistía en diseñar un sensor para el cuerpo del bombero y que detectara los movimientos, de manera que si tenía un accidente o algún daño pudiera comunicarse y no quede atrapado. También es aplicable a otro tipo de situaciones donde por ejemplo un trabajador se introduzca en un lugar confinado y no pueda tener comunicación con el exterior. El proyecto fue aceptado y quedé seleccionado”.
“Estuve viendo varios grupos de investigación que me ofrecieron, donde se tratan temas que causaron más inconvenientes en materia de comunicación, así que quiero sacarle el mayor provecho posible al idioma y a todo lo innovador” agregó el joven estudiante.
Por su parte Fernando Daniele dijo que su proyecto “consiste en un lavarropas que en lugar de utilizar agua, utiliza dióxido de carbono. La idea es argentina, es un desarrollo cordobés, un lavarropas industrial que tiene un principio de funcionamiento similar. Yo lo adecué para que sea no de uso industrial sino doméstico y la idea es desarrollar en Alemania lo que no pueda desarrollar acá por la tecnología y los costos”.
“Allá voy a insertarme en grupos de investigación, ya sea orientados a mi proyecto como a otros que también me interesan, porque todo es bueno para mi formación”, añadió.
El estudiante Gonzalo Velázquez indicó que el proyecto que presentó “es una red de sensores que detectan qué tan contaminado está un ambiente, ya sea una ciudad, un pueblo o un espacio determinado, y genera un mapeo de los puntos más contaminados atmosféricamente. Entonces gracias a este muestreo se pueden tener datos y estadísticas que sirven para tomar las acciones correspondientes. Los sensores detectan contaminación atmosférica como por ejemplo nitrógeno, dióxido de carbono, y otros elementos que puedan existir en el aire”.
Luego expresó que “un profesor de la Facultad me impulsó a profundizar esta idea y decidí armar este proyecto. Mi expectativa es insertarme en un grupo de investigación con mucha tecnología, y adquirir experiencia, crecer culturalmente”.
Finalmente Matías Juárez comentó que su proyecto “consta de distintos sistemas mediante los cuales se puede ahorrar consumo energético en una casa. Por ejemplo el apagado de luces en habitaciones que no se utilicen, o la apertura de persianas para aprovechar la luz exterior, o la desconexión automática de artefactos que estén en stand by, ya que al cabo de un año consume más un televisor en stand by que lo que realmente consumo siendo utilizado. Así que mi proyecto es una integración de diversos sistemas en una casa para ahorra energía eléctrica. Y lo que planeo es meterme en un grupo de investigación, aprovechar la tecnología de los laboratorios, para luego regresar y poder desarrollar tecnología en nuestro país, en la Facultad o donde se genere un espacio”.